Hace algunos años, jaja aproximadamente casi 2 cuando estaba embarazada de Gonza, mi hijo, estaba tan maravillada de que dentro de mi hubiera un niñito que dependía totalmente de mi, que crecía y se alimentaba de mi energía, de mis pensamientos y de lo que come a través de mi, que hacia todo por estar bien, hacer ejercicio, dormir a mis anchas y comer lo mejor posible para que el sacara provecho de eso y creciera fuerte y sanooo.
Entonces me acuerdo que se me antojaba mucho comer salmón y huevos, que es algo que generalmente no pasa por mi mente, pero el cuerpo es sabio y a los antojos hay que hacerles caso.
Se me antojaba también muchísimo el jugo de naranja, recuerdo que era capaz de tomarme una jarra y tortas, me lo podía acabar enterito, seguramente por la levadura, no sé, pero era la gloria estando embarazada.
Decidí entonces hacerle caso a mis antojos, pero complementarlos con comida nutritiva, llena de minerales, vitaminas y fibra.
Empecé a pensar que generalmente no comemos suficientes verduras y también en ese tiempo comencé a descubrir las algas y estaba fascinada por sus propiedades y usos, así que me puse a experimentar y a hacer mezclas de verduras con algas que dejaba remojando en agua, para poderlas después licuar, junto con las verduras. Parecían sopas frías horribles y con una textura gelatinosa por las algas, pero aun así, yo me las tomaba, no sin antes taparme la nariz y de un jalón.
La verdad es que después de un tiempo, cuando te tomas algo que no disfrutas y que sólo es por que racionalmente sabes que te hace bien, pues no se vuelve habito. Así que seguí experimentando hasta encontrar un licuado rico tanto en nutrientes como en sabor y que no me diera asco tomarlo, sino por el contrario que fuera algo que me diera gusto.
Después de muchas mezclas llegue a una que me encanta, y que además puede tener variaciones, según el antojo, la temporada o lo que en ese momento hay en el refri. Me di cuenta que la idea de ponerle algas enteras no me gusta, prefiero comerlas o tomarlas aparte o en cápsulas, como clorella y espirulina.
Mi licuado verde es ya algo que disfrutamos todos los días, toda mi familia y cuando vienen amigos y lo prueban se sorprenden de todo lo que tiene y que además, sabe rico.
Les cuento que a mi hijo le encanta, quizás porque nunca le ofrecí, ése es el mejor truco con los niños, en vez de insistirles en que lo prueben y lo bien que les hace, lo mejor es el ejemplo, que te vean que te lo tomas y cuando preguntan que es, les digo, no, es de grandes, no creo que te guste. Así fue probándolo, y ahora se toma casi medio vasito.. A veces, le aburre, lo deja unos días, pero en general me parece una gran opción para chicos y grandes de hacer una comida cruda al día llena de verduras diferentes. A veces durante el día no nos da tiempo y te comes una ensalada o unas verduras pero nunca las suficientes, créeme.
Yo uso mi licuado como cena, y así en vez de cenar me sirve perfecto, porque llena, tiene mucha fibra y sabe delicioso. Si además tienes hambre puedes comer algo ligero, o tomar el licuado a la hora que más hambre te da, como a medio día. A veces cuando no tengo tiempo de comer, me lo tomo a la hora de la comida o a media tarde. Especialmente, cuando estoy grabando y no quiero comer cosas que engordan o que me inflamen.
La receta es muy simple, procura siempre consumir frutas y verduras orgánicas, sobre todo el apio, perejil y germinados.
Ingredientes:
1 pepino sin cascara
1 puño de perejil
1 puño de germinados *alfalfa, alfalfa con amaranto o con brócoli, lo que quieras
3 tallos de apio
1 trozo de jengibre pelado* aprox. 1cm a 2cm
jugo de un limón grande o dos chicos
10 hojas aprox. de menta o hierbabuena
stevia *dos sobres o dos cucharaditas
agua 500ml
Todo se licua muy bien hasta que no queden trozos de verduras, sino una textura agradable.
Rinde dos vasos grandes, que es perfecto para compartir.
Como opciones puedes variar y jugar a mezclar lo que se te antoje. Por ejemplo, ponerle un poco de acelgas, espinacas, una manzana pelada, un trozo de piña, un nopal, y crear tus propios licuados de acuerdo al sabor que más te guste o lo que tengas a mano.
Si te gusta el sabor de la espirulina es muy bueno ponerle una cucharadita en polvo.
El chiste es probar cosas nuevas, nutritivas y así incorporar muchas verduras y fibra en tu dieta.
Créeme que además es buenísimo para limpiar tus intestinos así que al día siguiente lo amarás aún más.
Leer más: http://m.ohlala-paolageraldine.webnode.es/news/mas-novedades-1/
(Típ escrito ya el año pasado, en la web.. Les invito a visitar también y dejar sus comentarios :))
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